Dos pelis más bien malillas

Posted on enero 10, 2006 - 0 comentarios -

The eye, 2002, Dir. Danny & Oxide Pang
Blindman, 1971, Dir. Ferdinando Baldi

No todas las modas resultan ser buenas, ni todos los exponentes de una determinada moda pueden ser de lo mejor. Para poner dos ejemplos, un spaghetti western mediocre y un j-horror de Hong Kong que no sale del cliché.

Sergio Leone inauguró el spaghetti western con Por un puñado de dólares, sentando las bases de lo que revolucionaría un cine por allá en los años sesenta. Con un mundo del oeste más sucio que su contrapartida Hollywoodense, Leone usó recursos estilísticos propios además de temáticos para cambiar la iconografía preexistente. Ya no más buenos y malos, sino que ahora eran malos y menos malos, personajes llenos de cinismo y con intereses ocultos. Y cuando eran medio buenos, no dudaban en sacar lo peor de sí mismos para cumplir sus objetivos. El spaghetti western remodeló arquetipos y permitió que en Estados Unidos se renovara el subgénero y surgiera gente como Sam Peckinpah, quien asegura que su Wild Bunch no hubiera podido ser filmada de no ser por los westerns italianos, y no es difícil ver por qué.

Algo curioso ocurrió en aquella época. Por un puñado de dólares era una especie de remake de Yojimbo de Akira Kurosawa. Influencias entre talia y Japón se compartieron, y sagas como Lone wolf and cub, sobre un ronin que se vendía como asesino al mejor postor, guarda relación estrecha con el estilo italiano. Otra de las sagas famosas de los 60, Zatoichi, de la que se hicieron la nimiedad de 26 episodios para el cine (así como una lara sere de telvisión) fue remakeada por un italiano en Blindman, en la que un pistolero ciego se despacha a cuanto bandido se interpone entre él y una carreta de mujeres que es llevada a un burdel.

Si Zatoichi era insólita (un espadachín ciego es improbable, pero de alguna manera funciona la idea a la perfección), en Blindman es simplemente imposible. ¿Cómo es posible que nadie sea capaz de meterle un tiro a un ciego? No es tan difícil, pero de algun manera este tipo sale ileso. La historia es bastante simplona y aunque sale por allí Ringo Starr, el ex Beatle, las cosas nunca se animan lo suficiente, ni siquiera para pasar como entretenimiento. Un spaghetti western muy menor, que sólo vale la pena como curiosidad... y si acaso hasta la mitad.

Por otro lado el j-horror u horror japonés, se ha tomado el mundo en el último lustro. Con sus fantasmas despeinados y minimalismo conceptual y estilístico ha despertado el interés de propios y extraños en el mundo, llevando a Hollywood y su falta de originalidad (es un cliché decirlo pero lamentablemente es verdad: sólo hay remakes y secuelas) a repetir las mismas pelis de allá, pero con actores de por acá. Ringu, Ju-On... y ahora The eye, una cinta que no es japonesa sino de Hong Kong, país que nunca se ha destacado por hacer buen terror, sino vulgares comedias con elementos terroríficos (como Mr. Vampire, humor grueso y tonto pero muy divertido). Con The eye, los hermanos Pang, directores de la cinta, tratan de subirse al carro del terror asiático, pero les sale una sucesión de clichés que ni siquiera dan miedo y que al final, en lugar de dejar cabos sueltos (el principal ingrediente de éxito del j-horror) pretende explicarlo todo, con lo que lo inquietante se disuelve en la lógica de la vidad diaria, sólo que con fantasmas. De nuevo el argumento de la mujer ciega a la que le es tranplantada un par de córneas y que acaba viendo fantasmas, sólo que con algún destello de pseudo originalidad, más por mezclar elementos dispares que por serlo realmente. Algunas secuencias con espectros que dan un poquitín de miedo, aunque no mucho, un final que parece sacado de The mothman prophecies, peli ya de por sí flojilla, pero que al menos era original, y tenemos algo que pegó en el público tal vez por rebote, pero no porque tenga méritos para sobresalir tanto. Para ver buen j-horror quédense con la saga de Ju-On, o para degustar ejemplos de horror no nipones prueben A tale of two sisters, una verdadera joya.

En definitiva, nada nuevo, nada realmente entretenido, y que si bien no son bodrios, tampoco vale la pena la caminada a la videotienda.

Para completistas sin nada que ver una tarde desocupada.

PS. Qué pereza hablar mal de una peli, como si uno tuviera méritos para ello.

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