Cosas dispares

Posted on marzo 27, 2006 - 2 comentarios -

Crash, 2005, Dir. Paul Haggis

Alquilé esta película hace aproximadamente seis meses pensando que nunca iba a llegar a nuestro país, pero afortunadamente lo hizo (gracias a sus múltiples nominaciones al Oscar) y pude repetírmela en pantalla grande. La historia, como toda película que se llame Vidas Cruzadas (Robert Altman inauguró el subgénero y a partir de ahí parece que todo film con esta estructura es traducido así) cuenta las vidas de un grupo de personajes que en el transcurso de 24 horas se cruzarán y afectarán sus vidas.

¿Qué hace de éste film algo diferente? Paul Haggis, un tipo que ya había escrito esa maravilla llamada Million Dollar Baby, con muchísima experiencia como guionista y director de televisión, debuta con este largometraje que demuestra que no sólo sabe articular historias de manera prodigiosa sino dotarlas de gran emoción y redondearlas a la perfección. Tratar de contar la historia es absurdo, pues hay muchas magníficamente entretejidas, cada personaje es más que un personaje, es una persona, con sus defectos y virtudes, lo que me parece que le apunta otro tanto a favor: el retrato realista de la gente que habita la pantalla, sin por ello caer en el naturalismo. A resaltar cómo Haggis juega con nuestras preconcepciones, haciéndonos creer que un personaje es bueno, lugo que es malo, y al final demostrando que ni lo uno ni lo otro: es un ser humano.

Afortunadamente la película, a pesar de ser dura, no cae en el estereotipo de "La vida es una mierda y la ciudad un infierno". Haggis no juzga a sus personajes y les permite quedar como seres humanos en nuestra mente. La película acaba y sientes que has pasado por una experiencia catártica, con unos picos de emoción increíblemente altos, pero que en lugar de dejarte desecho, te deja reconfortado. Como si dijera, "La vida es dura, pero uno sigue adelante y también hay cosas buenas"

Todo en la película se conjuga a la perfección: guión, dirección, actuación, montaje, fotografía... Todo es impecable, redondo y aún así lo suficientemente abierto como para mostrarnos que hay vida más allá de la película.

Para... ¡para esto se hizo el cine! Para sentir, emocionarse y pensar un poquitín (frescos que no es basura intelectualoide).

The descent, 2005, Dir. Neil Marshall

Si va a ver esta película, ni se le ocurra leer el comentario porque se le arruinaría la sorpresa. Léalo cuando la haya visto. Ahora, que si no tiene interés en verla, leálo, pero si se antoja de verla luego no se queje. Sólo digo: es excelente, asusta y está muy bien hecha, sin caer en ninguna clase de cliché sobado. Hay que verla, es de lo mejorcito que ha llegado en el género recientemente, y no tiene nada que ver con The Cave.

Advertido quedó...















Parece que hay un pequeño renacer del cine de terror, con actualizaciones de viejas fórmulas, muy competentes, refrescantes y muy poco políticamente correctas, a diferencia de las viejas peliculitas de adolescentes de Hollywood. Estas son clasificadas R, es decir, para mayores de 18 años, así que se sabe que no van a ser descafeínadas películas para llevar a la novia. De hecho, pocas de estas serían para ver con la novia. Haute Tension, The Devil's Rejects, Hostel, Wolf Creek, The Hills Have Eyes, y por supuesto The Descent, hacen parte de este renacimiento. Si bien las demás tiende más a estar influenciadas por el crudo cine de explotación setentero, léase Wes Craven, The Descent va más a un suspenso clásico que luego llega al terror.

La película comienza rápido, con un buen prólogo y más tarde comienza a describir los personajes con pinceladas gruesas, pero lo suficientemente detalladas para hacer que las seis féminas protagonistas sean más que personajes genéricos. Ah, por una vez no son adolescentes indefensas sino mujeres adultas y bien preparadas. La excursión a una cueva que se torna muy claustrofóbica parece ser la trama. Claro, se quedan atrapadas y les cuesta salir. Hasta aquí hay muchísima tensión y suspenso y parece que ya sabemos de qué trata la peli: Deliverance en una cueva y sin psicópatas. Los planos son realmente agobiantes y uno no pede evitar hacerse la pregunta de "¿Qué haría en esa situación?" sin sentirse asfixiado. Pero cuando llegan a una gruta casi después de un hora de haber comenzado la película, aparece un bicho antropomórfico muy feo que le arranca el cuello de un mordisco a una de las mamis (porque está de muy buen ver). ¿Pero no era esto suspenso? No, es terror, no es sólo tratar de salir de la cueva sino evitar que la numerosa familia de bichejos las devore. Aquí está la primera sorpresa y la causa de no querer revelar nada a quien no se la ha visto: normalmente a los 25 minutos uno sabe por donde van los tiros de las películas, pero Neil Marshall nos convence de que es una historia sobre claustrofobia cuando en la mitad nos saca un bicho que nos asusta, así de la nada. Bueno, la verdad es que ya había dejado pistas, pero nunca tan obvias como para que creyéramos que iba a aparecer. Sólo era parte del clima de miedo, pensamos. A partir de este punto el acelerador se pisa a fondo y es una sucesión de escapatorias y masacres muy bien filmadas y que no dejan nada a la imaginación: las tripas y la sangre abundan.


¿Virtudes? Los personajes no son clichés sino mujeres de la vida real. En lugar de crear los típicos personajes del cine de terror, estos son... eso, reales, y por tanto nunca sabemos quién será el primero o el último en caer. Podría ser cualquiera. No sólo eso. Salvo uno o dos que están menos desarrollados, nos duele la muerte de cada uno de ellos. El guión además deja cabos sueltos. Eso en otro género es pecado, pero en este no. Lo más aterrador es siempre lo que no conocemos. Nuestra mente trata de entender lo que ocurre y si no encuentra un asidero racional se enloquece porque no sabe a qué se enfrenta y por lo tanto no sabe cómo reaccionar. Eso ocurre aquí. ¿De donde salieron los bichos? Nunca se explica. La fotografía es ingeniosa y barata. Una escena está rodada con la luz de una sola antorcha. No hay luces eléctricas, sólo la antorcha, y no hablo del plano, hablo de que se rodó sin luces de más. Es económico y además la sensación de miedo se acentúa por el color anaranjado-rojizo y por las sombras que se crean constantemente en las paredes. Un par de escenas nos remiten a un salvajismo primitivo, como el de Apocalypse Now o Depredador, donde el personaje renuncia a su humanidad para convertirse en un animal. No le queda otra opción para sobrevivir que olvidar lo racional y volver a lo instintivo. La escena del baño de sangre como rito iniciático para convertirse de nuevo en animal y dejar atrás la humanidad es clara: Sarah abandona sus miedos en ese charco putrefacto y, bañada en líquido rojizo, emerge renovada para acabar con cuanta alimaña se le atraviese.

La película no escatima sustos. A este espectador, curtido en las lides del género, lo hizo saltar al menos diez veces. Algunos sustos obvios, otros no tanto. La fórmula del brinco se desgasta un poquitín hacia el final, pero Marshall, director y guionista, no deja el piloto automático puesto, sino que ofrece drama además de persecución, con un par de secretos como el conflicto que luego se desarrolla entre Sarah y Juno. No sólo nos pone a ver una persecución, nos anima a querer ver qué va a pasar entre esas dos mujeres de armas tomar. El final, sin ser perfecto, es el adecuado, sin trampas y sin falsas esperanzas.

En definitiva, una maravilla que lo tiene todo. Hay que ver qué sigue para este tipo, porque sabe usar las fórmulas del terror y lo mejor, ama el género.

Para saltar del asiento y salir contentísimo de haber pasado pánico.

There has been 2 Responses to 'Cosas dispares' so far

  1. Anónimo

    Bacano tu blog...no me quedaré con las ganas de verme Crash.

  2. Anónimo

    HUy que desilucion... me habia encantado el blog hasta ahora :( y estaba de acuerdo en muchas de las peliculas pero..... De todas las peliculas que me he visto CRASH ha sido la peor yo creo ( no confundir con crash de crononberg una de mis favoritas) ..es una pelicula REPLETA de cliches sobre xenofobia y racismo... Odio como trata de explicarnos todo llevandonos de la mano y utilizando la musica para guiar nuestros sentimientos ( como al final o en la escena cuando le disparan a la nina etc etc)..y para no hablar mas de la pelicula en si ( no quiero danarle a los que no se las han visto) empieza con cliches y termina con cliches.....
    Si se quieren ver una bvuena pelicula que tiene algo racismo y estereotipos donde nos ensenen algo vease Magnolia de PT anderson