Hotel Chevalier

Posted on octubre 28, 2008 - 1 comentarios -

Como preludio a The Darjeeling Limited, Wes Anderson creó un corto protagonizado por Jason Schwartzmann y Natalie Portman. Quizá lo que más llamó la atención al público mainstream aficionado a los cotilleos y a los noticieros de E! fue que contenía el primer desnudo de Natalie Portman, después de haber declarado que nunca se quitaría la ropa en pantalla. Pero en esos magros 13 minutos hay mucho, mucho más que unos centímetros de piel expuesta.

Para empezar, desde el primer plano nos damos cuenta de que el director ha puesto sus huellas en cada fotograma de película. La iluminación, el encuadre, la ambientación... Es un mundo que conocemos bien y que nos agrada revisitar. Lo que viene a continuación es una historia de desamor, un reencuentro, del que poco sabremos, pero que nos tocará por dentro, porque de alguna manera u otra, todos hemos vivido una versión de la misma historia, y los espacios en blanco los podemos llenar, no con hechos, pero sí con sentimientos y sensaciones.

Y es que es ahí donde está el poder de Hotel Chevalier, en los silencios, en los supuestos sobreentendidos que no lo son para nosotros, sino para los personajes. Nosotros hacemos nuestra parte, casi sin quererlo, y nos vemos involucrados en una historia que alguna vez hemos vivido también. Probablemente algunos podrán decir "¡La historia nunca queda clara! ¡No sabemos qué pasó entre ellos antes!" Pero ahí, en el misterio, radica la gracia. En no saberlo todo, sino en sentirlo.

Y si además le añadimos un final de una ironía poética sublime, sólo podemos encontrarnos ante una pequeña maravilla, de esas que no hace falta hablar tanto, porque mientras más se diga de ella, menos se podrá disfrutar.

There has been 1 Responses to “Hotel Chevalier”

  1. Anónimo

    me muero por verme esta pelicula.. yo amo a wes anderson