El cine del Dr. Calamar

War of the worlds, 2005, Dir. Steven Spielberg

Los aliens llegan y nos patean el culo.

¿Por qué la gente descalifica con tanta facilidad a Spielberg? Como siempre, meterse con lo conocido y hacerse el snob es tan fácil, pero se les olvida que este señor hizo cosas como Indiana Jones, todo un tributo a los seriales pulp de los años treinta y cuarenta. No señores, Spielberg es un tipo muy bueno, con un gran saber cinematográfico y La guerra de los mundos no es cualquier pendejada. Primero que todo, está escrita por un señor al que admiro profundamente, David Koepp, escritor de los guiones de Spiderman, Secret Window, Snake eyes, Carlito's Way, Panic room y otro puñado. El tipo sabe cómo escribir un blockbuster hollywoodense de los buenos, no de los descerebrados. Segundo, es un remake de la peli de los cincuenta, basada en el libro de H.G. Wells, dirigida por Byron Haskin y producida por George Pal, y sigue sus pasos bastante fielmente.

La peli afortunadamente se centra en una familia disfuncional que huye de la invasión, no en un grupo de científicos luchando contra los extraterrestres. Toda la atención se centra en Tom Cruise y sus dos hijos, huyendo de la invasión y sobreviviendo como pueden. Y esa es la trama esencial de la película. Es sobre todo 120 minutos de persecución y huida. Normalmente hubieramos presenciado la hazaña de un héroe luchando contra los extraterrestres, pero aquí no, y ese me parece un buen giro, aunque a decir verdad también ocurría en aquella velada versión que hizo M. Night Shyamalan, Señales. Independence Day, que es básicamente La guerra de los mundos con avioncitos, sufría de una implausibilidad excesiva, aunque era un espectáculo entretenido (¿introducir un virus informático a la computadora central de los extraterrestres? ¿Acaso usan PCs con Windows en su planeta?). Señales era típicamente low-key, como las demás pelis de Shyamalan. La de Spielberg-Koepp conserva en esencia las mismas características de la de Haskin, pero en estos aciagos tiempos que corren se hace más oscura. Algunas hermosas y macabras imágenes son realmente inolvidables (si no ha visto la peli salte de párrafo): el tren en llamas que pasa por la vía, el río plagado de cadáveres, el avión destrozado junto a la casa de Cruise...

Algún crítico ha despreciado el hecho de que el guión se centre más en los extraterrestres que en las relaciones familiares, pero no sé si al entrar se dió cuenta de que la peli se llama La guerra de los mundos, no La familia se desintegra. Si bien no puede evitar caer en ciertos clichés, el guión cumple su función y además de proporcionar espectáculo, nos regala apuntes de nuestra era. Si en los cincuenta todo era una parábola sobre el comunismo y su amenaza, ahora no podemos evitar ver todo el clima de paranoia reflejado por el terrorismo mundial. No se equivoquen, la peli no trata de terroristas encubiertos, sino de extraterrestres, pero el paralelo es inevitable de trazar.

La película no está exenta de errores. De hecho, si me preguntan si me la repetiría diría que no. No es que haya sido mala, pero creo que la dejaría descansar hasta que saliera en video. Lo que me molesta es la facilidad con que le atribuyen los errores al director. Decir que es culpa del director el que se haya dado más enfasis a la invasión que a la crisis familiar es sencillamente ser ignorante. Existe alguien llamado guionista que es el que suele trazar la historia, y si bien Spielberg hubiera podido enmendar el asunto, tampoco tiene por qué hacerlo si considera que el guionista hizo su trabajo. Así que llamemos las cosas por su nombre. Si le ven una falla de esas a la historia, el culpable sería David Koepp, quien de cualquier manera hizo un buen trabajo.

Al comparar esta versión con la de Haskin hay ciertos detalles a recordar. Esta es sin duda más violenta y oscura. Cuando se revela cómo fertilizan los extraterrestres sus plantas rojas que colonizan nuestro planeta no crean que es una pendejada, es un detalle retorcido. La versión de Haskin no indagaba demasiado en la invasión más allá de la logística destructiva. El diseño de las naves sigue siendo un poco retro, afortunadamente.

Al final, aún cuando la película no es perfecta, sí vale la pena el rato y el dinero. Es entretenida, y aún cuando su final pueda parecer algo abrupto, a mí me funcionó y entre la oscuridad del guión y la "luz" de Spielberg, se llega a una obra con un equilibrio entre el estilo "cuento de hadas" y la destrucción apocalíptica. Eso sí, ¿cuando será que vemos una película de desastres que no acabe con una esperanza para la humanidad sino con la evaporación de la raza humana?

Para ver una buena invasión extraterrestre.