Entre copas

Posted on marzo 08, 2005 - 0 comentarios -

Sideways (2004) Dir. Alexander Payne Act. Paul Giamatti, Thomas Haden Church

Un par de amigos viajan por los viñedos californianos durante una semana como despedida de soltero de uno de ellos. Pero en el viaje se revelarán sus personalidades cuando encuentren a dos mujeres con quienes compartir el viaje.

Cuando salí de ver esta película estaba encantado. Es otra de esas películas que adoro, sobre personajes que exponen toda su miseria, que parecen normales pero luego se revelan frustrados, neuróticos, oscuros... Personajes con profundidad, sin ser por ello desagradables, sino profundamente humanos, que vamos descubriendo poco a poco y queriendo como en una relación real.

La historia es sencilla y la película es "character driven" en lugar de "plot driven", así que simplemente asistimos a la sucesión de eventos que nos revelan la personalidad de los protagonistas. Pero verdadermanete todo lo que ocurre ante nuestros ojos es encantador. Sencillo, pero como la vida misma, entre las alegrías y las tristezas. Me encanta esa melnacolía del personaje principal, su fanatismo por cualquier detalle sobre los vinos, su neurosis...

La película está por supuesto construida alrededor de los diálogos, pero eso no impide que el director haga un acertado uso de los montajes en los que la música sustituye a las palabras y el montaje rápido nos hace conocer a los personajes y evolucionar en nuestra relación con ellos sin necesidad de pasar horas a su lado. Además hace uso de determinados recursos como la pantalla dividida, sin otra justificación que la de ser como un videoclip, para darle vigor a la película. Por momentos parece un documental turístico sobre el area de los viñedos californianos, pero eso no es aburrido sino que forma parte del universo de la película.

Por supuesto hay que hablar de los actores, todos ellos perfectos y con buenos momentos, pero el que se lleva la palma es Paul Giamatti. En las escenas en las que habla con su exmujer y se le nota esa voz quebrada por los nervios, el miedo y la tristeza, no puedes sino sentir la enorme sinceridad que destila su interpretación. Cosas de esas no son fáciles de hacer sin caer en el ridículo. Virginia Madsen, madura e integra como pocas (hace mas de diez años protagonizó la infravalorada Candyman y estaba bonita. Véanla ahora madura y espléndida!) es otra de las atracciones de un film sencillo pero increíble. Y lo mejor es que el director se hace a un lado y no juega con artificios de cámara (no muchos) y deja que el protagonismo lo tengan los actores, que es donde debe estar en una pieza como esta.

Un maravilloso pedazo de vida, gracioso, melancólico, neurótico, y en últimas muy gratificante. Y con un final espléndido, similar al de otra joya como es Antes del atardecer, que no traiciona el espíritu que ha planteado antes sino que es consecuente con él.

There has been 0 Responses to 'Entre copas' so far