Como Carveriano muy siniestro, podrían definirse las intenciones de esta colección francesa de cortos animados. Y es que el título es de lo más apropiado, porque en efecto nos encontramos ante una sucesión de historias mínimas, de sucesos que no carecen de drama en el sentido estricto de la palabra, pero que son tan nimios a veces que nos toca sonreír frente a lo que ocurre ante un evento que podría ser resuelto con cabeza fría. Pero resulta que como somos humanos, tenemos que armar grandes dramas ante situaciones casi ridículas, y nuestras mentes son las encargadas de crear esas obras de teatro alrededor de algo insignificante. Eso: Tragedias, porque no dejan de ser situaciones que nos atormentan con su peso; y Minúsculas, porque en realidad son nada frente a los problemas que podríamos llamar "reales".
En diez segmentos de tres minutos, los directores hacen desfilar ante nosotros personajes metidos en problemas por su propia mente, retorcida, pero no más allá de lo normal. Celos, hipocresía, peleas, secretos, pensamientos... Todo eso que no decimos por miedo, o que a veces nos aterra haber pensado, eso que nuestra mente ha traído a colación sin saber cómo, y nos hace sentir perversos. Eso son estos cortos, incómodos, oscuros, hasta deprimentes, porque nos confrontan con esa clase de cosas que salen de algún rincón ignoto de nuestra cabeza.
La animación es muy especial, recordándole a uno a veces una especie de cubismo incompleto, o de expresionismo alemán menos gótico. Y tiene sentido, porque si éste último trataba de expresar el estado psicológico de sus protagonistas a través del escenario y la arquitectura, estos personajes y sus lados retorcidos no podrían sino haberse mostrado con esas formas geométricas. Y si lo contrastamos con una paleta de colores absolutamente bella, estamos ante una nueva contradicción: la normalidad convertida en pesadilla, siendo aún más asustadora por no parecer un mal sueño, sino algo perfectamente lógico. Añadámosle una elección de música inquietante y perturbadora sin sonar a obvia, y el resultado es una pieza de orfebrería que toca teclas incómodas y fascinantes.
Les Tragédies Minuscules, Dir. Alain Gagnol, Jean-Loup Felicioli, 1999
Posted on octubre 04, 2009 - 3 comentarios - animación
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There has been 3 Responses to 'Les Tragédies Minuscules, Dir. Alain Gagnol, Jean-Loup Felicioli, 1999' so far
Diegogue says:
habrá pues, que ver estas tragedias minúsculas
Dr. Calamar says:
No puede ser Diego, no me lo creo, ¿algo de animación que me he visto y vos no?
Anónimo
Muy buena reseña. Hasta ahora me vi un par de estos cortos y realmente valan la pena.
Saludos.
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