Cuando salí de ver Watchmen en cine, quedé con la sensación de que había sido asaltado por una horda de ideas atronadoras. Sexo, amor, religión, política, mitología... Había de todo y aunque mi mente estaba sobresaturada y no podía asimilar todo lo que había visto, sentía que había tenido una experiencia importante. No estoy aquí para juzgar si Watchmen fue o no una buena adaptación del cómic que la originó, o si fue o no una buena película, sino que quiero trazar un paralelismo a propósito del tema. Porque cuando este documental terminó, me sentí de igual forma: saturado de ideas.
Cuando uno juzga un documental, por lo general no lo hace por el valor de su narrativa, aunque por supuesto eso siempre es un gran atractivo. Por lo general lo hace por su contenido. ¿Acaso An Inconvenient Truth, el documental sobre Al Gore y el cambio climático era revolucionario? No, era sólo una conferencia con interludios para hacerla más llevadera. El tema era lo suficientemente atractivo como para enganchar. Con The Mindscape of Alan Moore, sin embargo, asistimos por un lado a una exposición de ideas bastante revolucionarias, pero, como el mismo autor indica al hablar de ciertas obras suyas, la forma que elige para comunicar sus ideas recrea experiencias psicodélicas que hagan más susceptible la mente del espectador a las ideas expuestas. Aquí ocurre igual: música e imágenes se conjugan para llevarte a un estado que concuerda con lo que se está diciendo.
Quien se acerque a este documental atraído por la faceta de guionista de cómics de Moore, quedará algo decepcionado, pues sólo un pequeño fragmento se dedica a ello. Sin embargo, el valor radica en todo lo que expone: después de todo, el documental se titula The Mindscape ofAlan Moore, no Alan Moore's World of Comics. Con ello nos damos cuenta de que estamos ante un pensador que expresa sus ideas a través del cómic. Ideas de todo tipo, pero que se unen en una sola red imbricada. Moore no habla de política o ciencia desde un punto de vista racional únicamente, sino, de hecho, mucho más inclinado hacia lo espiritual. Al igual que Alejandro Jodorowsky, Moore es un autor que busca explorar el medio y usarlo para comunicar sus ideas sobre el ser humano. No, no hablamos de un humanismo materialista, ni particularmente racional, sino de otro tipo, muy espiritual, pero sin concesiones baratas, sino realmente comprometido con ello.
Quizá estas palabras no acierten a decir lo que el documental cuenta, pero es que la gracia está en experimentarlo por sí mismo. Ideas provocadoras tocadas con un sentido del humor agudo y necesario, entre las cuales se destacan la relación entre Magia, Arte y comunicación; la relación entre Dios y las religiones; o el declive del arte y su vulgarización en mero entretenimiento. Un documental que puede cambiar puntos de vista, que puede servir para tratar de entender el mundo actual de otra manera, y aún más, despertar una consciencia especial en el espectador. ¿Suena atrevido? Para quien lo quiera ver así, el documental ofrece guías bastante personales, no en forma de moralejas o instrucciones, sino en forma de sacudidas. Tal vez esté hablando crípticamente, pero creo que es la mejor manera de hacerlo: Alan Moore habla con más acierto de estos temas como para ponerme a hacerlo yo.
En definitiva, una pequeña joya que sirve como mucho más que para pasar el rato o saber algo sobre los cómics del autor.
The Mindscape of Alan Moore, Dir. DeZ Vylenz, 2003
Posted on agosto 02, 2009 - 0 comentarios - comic, documentales
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