El mito del vampiro ha servido en la historia del cine para toda clase de interpretaciones, desde la más obvia, la del monstruo que se alimenta de sangre, pasando por las clásicas interpretaciones sexuales, llegando hasta las variaciones psicoanalíticas del asunto. Let the Right One In (su título en inglés) podría calificarse como una variación más, pero yo me atrevería a ir un poquitín más lejos: lo que vemos no es una película de vampiros. Es una película sobre la entrada a la adolescencia, sobre sentirse alienado en un mundo demasiado normal. Que haya vampiros es simplemente una vuelta de tuerca, un aliciente más. Ahora, eso no significa que en el fondo, no estemos ante una película de vampiros. Lo estamos y con sus propias reglas.
Con una gélida estética que transmite las emociones congeladas de un tímido niño abusado por sus compañeros de colegio más gamberros, Let the Right One In nos cuenta cómo ese niño se hace amigo de una chica casi tan rara como él. No es que sea raro en verdad, pero pareciera que en este mundo cualquiera que se refugie en su mundo y no sea tan popular y dicharachero como la gente común, es ya un bicho raro. Y este solitario chico inmediatamente hará buenas migas con una chica que parece tener también problemas de soledad. La cuestión es que la chica guarda un gran secreto. ¿Cuál? ¡Obvio! ¡Es una vampira!
Como dije, lo que en realidad nos importa no son las correrías sangrientas, que las hay y de lo más variadas, sino la particular historia de amistad, y por qué no, de amor, entre los dos niños. Una bella historia que me pareció una mezcla de dos libros infantiles que leí cuando era pequeño: El Pequeño Vampiro, por obvias razones, y Ben Quiere a Anna, en donde se cuenta la historia entre amistosa y romántica de dos niños igualmente pertenecientes a una categoría de la sociedad infantil alejada de lo "cool". Estos dos libros, sobre todo el segundo, que era más un retrato realista de ese momento de la vida de todo ser humano en lugar de uno de aventuras, parecieran haberse fundido en uno sólo y dado como resultado esta película sueca. No busquen terror de por sí, ni sangre. Los hay, pero lo que hace valiosa la película es precisamente ver cómo se relacionan estos dos chicos, tan distintos y tan parecidos a la vez y que desembocará de una manera imprevista y totalmente satisfactoria, en un final sangriento y bellísimo, casi como de cuento de hadas.
Let the Right One In es otra de esas películas que demuestran que el terror también puede hablar de cosas importantes, sin por ello "lavarse las manos". El género puede ser puro y duro, y a la vez inteligente, sin por ello renunciar a transgredir, y siendo elegante de paso. En otras palabras, es una película redonda.
Låt den rätte komma in, Dir. Tomas Alfredson, 2008
Posted on agosto 10, 2009 - 1 comentarios - infantil, terror, vampiros
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There has been 1 Responses to “Låt den rätte komma in, Dir. Tomas Alfredson, 2008”
andiboi says:
Sin mucho que añadir, por lo menos por el momento. He tenido la oportunidad de ver esta película varias veces, cada vez en un mejor formato (primero descargada, luego en dvd y, por fin, en 35 mm.) y se ha convertido, sin atenuantes, en uno de mis títulos favoritos de esta década. Coincido en la apreciación de que no es una película de vampiros, es una película sobre el amor, la amistad, la incomunicación y lo duro que es crecer y convertirse en un adulto... aún para una niña vampira.
Gracias por reseñar esta película, para mí más que redonda casi magistral.
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