The Mask of Fu Manchu, Dir. Charles Brabin, 1932

Posted on abril 21, 2007 - 1 comentarios -















Los seriales (literarios, cinematográficos o radiofónicos), el pulp, los años treinta y cuarenta... No me tocaron, por supuesto, pero su influencia jugó un papel importante en mi afición al cine. O entonces digan qué es Indiana Jones sino la actualización de los seriales de esa época. Igual pasa con la reciente e infravalorada Captain Sky and The World of Tomorrow. Por ello me interesa indagar en las raíces del género, y así he llegado a La Máscara de Fu Manchú, basada en el personaje malévolo creado por Sax Rohmer. Protagonizada por Boris Karloff, la película tiene basantes ingredientes sacados del arsenal del pulp, a mencionar: escenarios exóticos, personajes arquetípicos, arqueología emocionante, espías, máquinas infernales, planes malvados... Lo malo es que el guión no hace mucho para que nos interese lo que pasa. La historia es que Fu Manchú desea la espada de Gengis Khan para conquistar el mundo con sus poderes, pero algunos británicos se le han adelantado y ahora él debe hacer de todo para arrebatarles el preciado tesoro. Todo ello en el escenario del lejano oriente, con sus fumaderos de opio y su misticismo. Pero los personajes van y vienen. Por ejemplo, a todos les da por ir donde vive Fu Manchú, acaban secuestrados, y el siguiente va a rescatar al primero. Y así, siga durante 67 minutos. Mientras tanto, el chino malévolo se dedica a someter a los secuestrados a curiosas torturas, como ponerlos debajo de una campana que suena día y noche o inyectarles venenos extraídos de animales ponzoñosos. Añadamos que la dirección es muy plana, sin movimientos de cámara que amplifiquen la acción, que podría haber sido más intensa. Además no hay música, y los personajes son malos clichés sin motivación alguna (excepto Myrna Loy, la hija de Fu Manchú, que sí es una delicia y que compone una femme fatale un poco simple, pero de una gracia maléfica innegable), y la decepción está servida.

Mucho se ha dicho sobre su racismo, y es cierto de alguna manera: los orientales son mostrados de una manera estereotipada, todos iguales, como unos bárbaros subdesarrollados que están allí para ser usados por los occidentales. Excepto los malos, claro. O sea que, o se es un tarado, o se es malvado por amenazar a occidente. Peor aún es que cuando se muestra un festín con invitados orentales, todos son mostrados como sedientos de venganza contra occidente, y, para colmo de males, se meten en un mismo saco a chinos, japoneses, mongoles... A mí me parece que es un racismo arcaico, inofensivo comparado con el que se puede ver hoy día, mucho más agresivo. Este lo que hace es reducir a un cliché toda una cultura, lo cual no debe ser muy bueno de ver que hagan con uno, pero en todo caso las cosas parecen más sencillas. Y a fin de cuentas hace parte de las normas del género. Es casi como el racismo de las primeras aventuras de Tintín, en el Congo o en América.

Una curiosidad, pero poquísimo más. Me recuerda un poco a La Sombra, con sus años cuarenta, su Tíbet místico, su nuevo Gengis Khan... Una peli que no pude terminar de ver porque me dió sueño, la verdad. A La Máscara de Fu Manchú ni Karloff la salva, aunque he de reconocer que su primera aparición me emocionó. Pero de ahí en adelante, la rutina se apodera de la trama y no hay nada realmente grandioso.

There has been 1 Responses to “The Mask of Fu Manchu, Dir. Charles Brabin, 1932”

  1. berlin says:

    esta peli me la habia pillado en Zaragoza, incluso creó que en un correo hable de ella, estoy de acuerdo con tu comentario, agregando que la copia que me vi, estaba coloreada, y no ayudaba para nada a la vista estética. Las actuaciones (es un decir ), son malisimas, lo único rescatable Karloff. hmmm, tengo que bajar las de fu manchu de christopher lee y de la Hammer y jess franco a ver que tal son, porque, hay una de peter sellers que hace de fumanchu y de mr smith, es recontra mala.